La cuenta atrás para su espectacular Carnaval ha comenzado. Esté o no inundada de vistosos y coloridos trajes, de murgas, comparsas y rondallas, Santa Cruz de Tenerife es una ciudad alegre y luminosa cuya temperatura media -21,2º- anima a disfrutar del aire libre, de los paseos, los parques y playas tan famosas como la Teresitas, la Playa de Anaga y el Parque Marítimo César Manrique.
Ubicada al noroeste de Tenerife y capital canaria junto a Las Palmas de Gran Canaria, también es un excelente escaparate de la gastronomía más auténtica de la isla, donde probar desde pucheros y ranchos a las imprescindibles papas y mojos.
Pescados como el chicharro, la vieja sancochada (pescado típico cocido), las sardinas, la caballa o el mero conviven con algunos mariscos y, entre sus dulces, destacan el pastel de cabello de ángel, el frangollo con miel (a base de maíz) o las truchas de batatas con almendras.
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Para acompañar la comida, existen hasta cinco Denominaciones de Origen de vino tinerfeñas: Abona, Tacoronte-Acentejo, Valle de Güimar, Valle de la Orotava e Ycoden-Daute-Isora.
De establecimientos familiares que hacen de la cocina tradicional su templo a los chefs que actualizan propuestas clásicas o fusionan técnicas y sabores de otras latitudes, estos son algunos de los mejores restaurantes de Santa Cruz de Tenerife para descubrir (o redescubrir) la cocina canaria.
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San Sebastián 57
Muy cerca del Mercado de Nuestra Señora de África (conocido también como La Recova) y del moderno Tenerife Espacio de las Artes, en la calle San Sebastián, 57 nos espera el restaurante del mismo nombre.
Reconocido con un sol Repsol y el sello Bib Gourmand de la Guía Michelin, reservado a los establecimientos con mejor relación calidad-precio, el restaurante tiene al frente al cocinero Alberto González que ofrece una cocina tradicional actualizada en la que se mima el producto, con platos divertidos, raciones generosas y presentaciones muy cuidadas.
Con dos ambientes diferenciados, un wine bar más informal y una sala más sofisticada y elegante, hay que estar atentos a las recomendaciones del día en base al mercado, así como a platos ya convertidos en estrellas de la carta como el tartar de camarón rojo con salpicón de higo pico, steak tartar, zamburiñas y el cherne negro, así como la tarta María Victoria para terminar.
El Aguarde
Sin duda un valor seguro en Santa Cruz de Tenerife lo encontramos en El Aguarde (Costa y Grijalba, 21).
Instalado en un pequeño y acogedor local con bodega vista y una agradable terraza cubierta, está especializado en recetas tradicionales a base de productos de mercado con presentaciones innovadoras ideadas por el chef Francisco Javier González-Haba.
N hay que perderse sus exquisitas croquetas de cigala ni la ya famosa tortilla de papas canarias, pero tampoco el conejo con ali-oli, papa negra y berenjena, el calamar a la plancha con salsa negra, el arroz negro cremoso con calamar o la merluza sobre cremoso de papa.
Etéreo by Pedro Nel
Pedro Nel nació en Colombia pero lleva ya tres décadas en Canarias, donde llegó con la añoranza de conocer de primera mano las recetas aprendidas de su madre.
Jefe de sala, sumiller y después chef, tras pasar por diferentes proyectos, Nel abrió en 2018 Etéreo (San Antonio, 63), distinguido en 2022 con un sol Repsol.
Con especial atención a la calidad del producto y los ingrediente frescos de proximidad, practica una cocina mestiza, donde confluyen influencias latinas, canarias y de otros lugares del mundo.
Por la sala, dirigida impecablemente por Olga Esanu, desfilan excelentes carnes como el costillar de cerdo con salsa yuzu, el solomillo de añojo con salsa de queso majorero o el jarrete de ternera. Muy celebrado también su atún con vinagreta templada de tomate, alcaparras y aceitunas y sus postres como el caldero de chocolate.
Sagrario
Tradicional, honesta y cercana son los adjetivos que mejor definen la cocina del restaurante Sagrario (Doctor Guigou, 37).
Sagrario Pablos, alma máter del proyecto, cedió el testigo a su hijo Raúl, actual chef y propietario y responsable del éxito de un restaurante sencillo pero que enamora tanto al público local como a los visitantes de la capital chicharrera (su muro de Facebook es una sucesión de cantantes, actrices, comunicadores y toda suerte de celebrities).
Entre sus propuestas, platos como las alcachofas con jamón, ventresca de atún a la bilbaína, bacalao en pisto, excelentes arroces caldosos, de carabineros o bogavante, rabo de toro estofado al vino tinto y carnes Angus, Kobe… hay que dejar sitio para los postres caseros, especialmente las natillas o la tarta de queso con miel de palma.
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Solana
El cocinero tinerfeño Nacho Solana, propietario de varios restaurantes en la capital, hace en Solana (Puerta Canseco, 37) una cocina canaria actual, apoyado en el producto y en la experiencia en alta gastronomía (aprendió de Martín Berasategui, Juan Mari Arzak o Ferran Adrià) y comprometido con una evolución constante.
“La cocina de siempre, pero dándole una vuelta” es el lema que mejor define su concepto de cocina, con una carta en la que sobresalen los arroces y platos que el chef define como de ‘cocina urbana canaria’ y que incluyen rollito crujiente de queso asado con mojo de hierbas y miel de palma, arepa de bacalao encebollado, vitello tonnato de pata y patudo o causa caliente de papas, piña y costilla.
Jaxana
Muy cerca de la plaza de España, Jaxana (Paseo Milicias de Garachico, 5) es un restaurante de inspiración asiática que propone un viaje gastronómico de la mano del chef ejecutivo, Aleksei Prokopiv.
Formado con el prestigioso cocinero japonés Mitsuru Maeda, el chef ofrece en la sala o la barra omakase bocados como dim sum, nigiris, tartar, dumplings, makis (no te pierdas el Ikitos, con atún rojo, gamba crujiente, aguacate de La Palma, ají amarillo, salsa teriyaki y chips de tempura o el Kiru Sake, con mayonesa kimuchi y aguacate) así como verduras, pescados y mariscos a la robata.
Cuenta además con una barra de coctelería que preside un mural de Garuda donde se sirven cócteles creativos y viajeros.
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Noi
También avalado por el sello Bib Gourmand de la Guía Michelin tenemos el restaurante Noi (Santa Teresita, 3).
Alejado de la cocina tradicional canaria pero sin olvidar sus raíces tinerfeñas, su chef, Pablo Amigó, entiende su restaurante como un “laboratorio gastronómico” que le permite expresarse y donde invita a vivir una personalísima experiencia: “Mi cocina soy yo mismo, lo que sale en cada momento”.
Así, la propuesta de Noi (nosotros, en italiano) toca las raíces autóctonas haciéndonos también viajar a los sabores latinoamericanos y asiáticos.
Y la respuesta bien podría ser la expresión local ¡Agüita!. Audaces, delicados, refinados… sus platos bien ejecutados derrochan imaginación y sabor, como la deliciosa berenjena con mojo verde de tahina y miel, tomate concassé y ras el hanout, la vieira asada en mantequilla de levadura de cerveza y ensalada de algas o el foie micuit al Lagavulin con níspero encurtido al «vino rancio» y pepitas de oro-chocolate. Termina, por ejemplo, con el coulant de plátano y gofio con crema de galletas maría y sorbete de naranja.
Su espacio, con la cocina vista y permanentemente abierto a la promoción del arte local, es un plus que redondeará la experiencia.